Generación Éxito

“¿Y tú de quién eres?” Se decía antes para ubicar a las personas que no se conocían en los pueblos. Ahora se dice: “¿Y tú que haces, a qué te dedicas, en qué trabajas, cómo te ganas la vida?”
La vida hay que ganársela, no vale con vivirla, hay que tener dinero para gastarla y éxito para exhibirla.
Hemos caído de bruces en la Generación Éxito. Nos topamos sin pedirlo con un mundo a pleno rendimiento y aquí estamos, tratando de manejarnos “como una máquina cien por cien efectiva”.

La historia puede medirse en muchos términos, uno de ellos es el de las “generaciones”. Según Julián Marías (El método histórico de las generaciones. 1950) el ritmo de la historia puede establecerse en unidades de unos 15 años. Cada una de estas unidades es una generación, con novedades biológicas, sociológicas, filosóficas… que han de sustituir a las anteriores.

Hay cierto acuerdo en cuanto a nombres y etapas: Generación del Baby Boom, Generación X, Y, Z… Incluso existe una denominación para los nacidos a principios del siglo XX, la Generación Silenciosa, que, según la Wikipedia (fuente de información principal de la generación Y) está caracterizada por la sumisión al trabajo, el conformismo y el individualismo. Me imagino el mundo lleno de hombres y mujeres en silencio, con la cabeza agachada sobre una máquina coser o de escribir, con una peseta en el bolsillo y pensando en la sopa de puerro de la cena.


Si realizo el mismo ejercicio con mi generación inventada, la Generación Éxito, aparecen detrás de la pantalla del ordenador un millón de hombres y mujeres hablando a voz en grito por encima del ruido de la música y el tráfico, preguntándose ansiosos unos a otros, sin esperar siquiera la respuesta: “¿Y tú que haces, a qué dedicas, en qué trabajas, cómo te ganas la vida? ¿Y tú que haces, a qué dedicas, en qué trabajas, cómo te ganas la vida? ¿Y tú que haces, a qué dedicas, en qué trabajas, cómo te ganas la vida?”

Todas las respuestas se vomitan a la vez, en bilingüe, que todo el mundo habla inglés: Médico, Doctor, Carnicero, Butcher, Periodista, Journalist, Limpiacristales, Window cleaner, Basurero, Dustman, Biólogo, Biologist, Farmacéutico, Pharmacist, Carpintero, Carpenter, Político, Politician, Cartero, Postman, Peluquero, Hairdresser, Programador, Programmer, Zapatero, Shoemaker, Psicólogo, Psychologist, Electricista, Electrician, Enfermero, Nurse, Camionero, Lorry driver, Abogado, Lawyer, Policía, Policeman, Agricultor, Farmer, Cirujano, Surgeon, Cocinero, Cook, Conserje, Porter, Dentista, Dentist, Economista, Economist, Escritor, Writer, Albañil, Bricklayer, Arqueólogo, Archaeologist, Bombero, Fireman, Cajera, Cashier, Profesor, Teacher,, Camarero, Waitress, Cantante, Singer, Estanquero, Tobacconist, Físico, Physicist, Florista, Florist, Fontanero, Plumber, Empresario, Businessman, Ingeniero, Engineer, Jardinero, Gardener, Jefe de cocina, Chef, Marinero, Sailor, Modista, Dressmaker, Panadero, Baker, Pastelero, Pastry cook, Payaso, Clown, Recepcionista, Receptionist,, Secretario, Secretary, Taxista, Taxi driver, Fotógrafo, Photographer, Frutero, Fruiterer, Telefonista, Telephone operador, Vendedor, Salesman, Arquitecto, Architect, Pescador, Fisherman, Astronauta, Astronaut, Mecánico, Mechanic... etc.

Lo que caracteriza a esta generación (dentro del contexto espacio-temporal en el que escribo, claro) es la necesidad de definirse en una actividad profesional que permita "ganarse la vida", y este es un trofeo que se planta con estabilidad sobre una estantería Effektiv de Ikea. Y no digo yo que esto sea bueno, malo, ni regular. Porque a mí tampoco me viene mal del todo ganarme la vida con algo, y mejor si es aquello que me hace feliz.

Pero a lo mejor podemos empezar a plantearnos, cuando te pregunten QUÉ es lo que eres, responder: “¿Yo? Soy el amor de alguien. Soy amigo de áquel. Soy cantador de nanas. Soy una soñadora…” A lo mejor, podemos empezar por vivir la vida y no sólo ganárnosla.