El nombre de las cosas


JULIETA: ¿Qué es un nombre? No es pie, ni mano, ni brazo, ni semblante, ni pedazo alguno de la naturaleza humana... ¡Toma otro nombre! La rosa no dejaría de ser rosa ni de esparcir su aroma aunque tuviese otro nombre... Deja tu nombre Romeo, y cambio de tu nombre, que no es cosa alguna sustancial, toma mi alma. (Escena II, Acto II. Romeo y Julieta. Shakespeare)

ROMEO (fuma): Julie, existir es un poco ser nombrado... ¿sabes? Sí, soy Romeo, no puedo ser otra cosa... ¿Entiendes? No quiero tu alma. Es tuya. Tú eres Ju-lie-ta. Y te quiero así, nombrada por mí. Al nombrarte también te pongo alma: la que eres conmigo, aunque desde lejos..

JULIE (se suelta el pelo): Soy piel y carne y deseo y ojos y manos que te quieren coger y no te alcanzan... ¿No es eso existir? ¿No hay algo de nosotros que ES a pesar de nuestro nombre?

ROMEO: Sí, lo Es, y a la vez no puede serlo, y yo no puedo dejar de ser Romeo y lo que eso significa. Mi nombre es también la cerradura a través de la que me espías...

JULIE: ¡Pero estás! Te estoy viendo desde el balcón y eres tú. Y no eres Romeo, eres mi amor. Que sube y sube..

ROMEO: No puedo subir, Julie, no puedo, demasiado arriba, demasiado alto, demasiado lejos...

JULIE: ¡Vete si quieres! Vete a donde no pueda verte, da igual... seguirías aquí, ¿sabes? En tu ausencia estarías tanto, tanto...

ROMEO: ¿Puede ser? ¿Puedo no estar y estar? ¿se puede ser deseo y ser hastío? ¿se puede ser música y silencio? ¿se puede ser luz y oscuridad?

JULIE: Se puede. Sin la luz no existiría la oscuridad... Lo uno sin lo otro no tiene sentido, pierde su definición. Mientras estés en cualquier otro sitio, no estarás aquí. Si faltas de este lugar en el que “no estás”, tu ausencia es una suerte de presencia.

ROMEO: Así que como sea, siempre voy a estar contigo...

JULIE: Siempre. De extrañarte, haré del pensamiento tu cuerpo.

ROMEO: Entonces no hay prisa, Julie, déjame buscar una escalera.

JULIE: ¡Ah, Romeo! ¿Por qué pensamos tanto? ¿Por qué no hacemos la escena como la escribió Shakespeare?

ROMEO: Porque acabamos muertos. Y yo, en esta versión, prefiero vivir la vida contigo.